Una Espía Despistada llega para hacernos reir y demostrar que se pueden vencer los obstáculos
Desde el viernes 5 de junio en las principales salas de cine del país
Susan Cooper
(Melissa McCarthy), una analista de la CIA reducida a su escritorio, es una
mujer modesta y la heroína no reconocida detrás de las misiones más peligrosas
de la agencia. Cuando su socio, Bradley
Fine (Jude Law) desaparece de la faz de
la tierra y otro agente (Jason Statham) está comprometido en otra misión, ella se
ofrece como voluntaria para infiltrarse de lleno en el mundo de un traficante
de armas letales, y evitar un desastre mundial.
El escritor-director
Paul Feig, que trabaja por tercera ocasión con Melissa McCarthy, después de los
rotundos éxitos Bridesmaids y The Heat, esta vez le agrega toneladas de acción a su
distintiva comedia y sitúa su historia en hermosas locaciones europeas. Los
ambientes bulliciosos y desconocidos de capitales famosas tales como Roma,
París y Budapest, hacen que la transición de Susan, al involucrarse en el
espionaje internacional, que conlleva intriga y misterio, sea cada vez más
sorprendente.
Feig comenta: “Soy un gran aficionado de las
películas de espías, y quería hacer una comedia de acción marcada dentro de ese
género. La comedia proviene de los personajes. No es una parodia o una sátira.
Quería que tuviera el tono de un filme de espías, pero que fuera lo más
divertida posible”, señala el director.
“También quería hacer una historia con la que el
público se pudiera identificar, en la que pudiéramos preguntarnos, ‘Si a mí me
reclutaran como espía y me mandaran a una misión, ¿cómo podría reaccionar?’
Melissa es perfecta para el papel porque, a pesar de ser extraordinariamente
talentosa, todavía puede interpretar a ese tipo de persona ‘común y corriente’
y provocar un profundo sentimiento de empatía y apoyo”.
Una vez que asegura su primera misión como espía,
Susan Cooper, personaje de McCarthy, primero deberá hacer a un lado su
inseguridad y la desconfianza que tiene de sí misma y armarse de valor para
abandonar su escritorio en Langley (las oficinas centrales de la CIA) con el
fin de liarse a golpes con una variedad de malandrines europeos bien
calificados.
McCarthy comenta: “Susan siempre ha tenido la
habilidad, y es maravillosa técnica y tácticamente, pero le falta confianza en
sí misma. Ahora bien, sus experiencias de campo y la lealtad que le tiene al
personaje de Jude, Bradley Fine, comienzan a hacer que saque todo su potencial.
Descubre talentos que no sabía que tenía”.
Al desarrollar la
paleta para el filme, Feig, junto con el director de fotografía Robert Yeoman y
el diseñador de producción Jefferson Sage, se inspiró en películas de James
Bond. Se dieron a la tarea de hacer una comedia bajo el estilo visual de estos
icónicos filmes, con tomas magníficas, fondos llamativos y secuencias de acción
convincentes.
“SPY: Una espía despistada” se rodó principalmente
en Budapest, Hungría, que también hace las veces de Roma y París. La
arquitectura sorprendente y variada de la ciudad le permitió a Sage utilizar
lugares históricos e interesantes, así como particularidades de colonias únicas
para poder distinguir entre las tres capitales. Buda, localizado en el lado
oeste del Danubio, es montañoso, con calles empedradas y curvas que se asemejan
a Roma.
El motivo de que Susan Cooper no tenga confianza
en sí misma se debe a que fue criada por una madre que le inculcó la firme
convicción, “No, no puedes”. Cualquier esperanza de que un trabajo nuevo con la
CIA pueda fortalecer su autoestima y vida social, hasta ahora, se ha desmoronado. Con una memoria impresionante, Cooper labora en
una deprimente oficina que se encuentra debajo de un sótano, donde es los ojos
y oídos (además de estar enamorada) del súper agente Bradley Fine, un
encantador, pero egocéntrico caballero que logra terminar sus misiones sin que
se le haya movido un solo cabello.
Vale destacar que “SPY: Una espía despistada”
trata de una mujer que siempre ha sido subestimada por aquellos a su alrededor,
y que, por ello, ha aprendido a menospreciarse. Es acerca de esa gente
silenciosa, que pasa desapercibida y que nos sorprende cuando se les da la
oportunidad de brillar.
La invitación es para disfrutar de esta película, “SPY: Una espía despistada”, desde el 5 de junio en las principales salas de cine del país y ser
testigos de este despliegue de actores que nos harán reír y divertirnos con el
desarrollo de la acción.